“Pensar rápido, pensar despacio” de Daniel Kahneman presenta dos sistemas de pensamiento: el Sistema 1 (rápido, intuitivo, emocional) y el Sistema 2 (lento, reflexivo, lógico). Estos dos sistemas interactúan cuando tomamos decisiones, hacemos proyecciones o estimamos los resultados de nuestras acciones. En ocasiones, estos sistemas nos llevan a tomar decisiones basadas en heurísticas, lo cual puede producir sesgos o biases.
Las impresiones de S1 guían nuestras vidas y a menudo no sabemos el origen de estas impresiones. ¿Cómo sabemos si algo (intuiciones, primeras impresiones) es verdadero?
El priming genera una secuencia temporal y relaciones causales a partir de una primera idea. Por medio de la activación asociativa se generan relaciones, se identifican [potenciales] amenazas, nos preparamos para lo que viene.
Las respuestas intuitivas, que son producidas de forma instantánea por S1, deben ser filtradas y analizadas por S2. Sin embargo, pensar activamente absorbe y consume energía lo cuál puede llevar al “agotamiento del ego”.
Pensar rápido, pensar despacio presenta dos sistemas de pensamiento: el Sistema 1, el cual es rápido, automático; y el Sistema 2, el cuál es lento, requiere más energía y esfuerzo, es deliberado y calculador.
En el primer capítulo de Pensar rápido, pensar despacio, nos presentan los sesgos de la intuición, como [no] aplicamos la estadística en nuestras decisiones y cómo aplicamos algunas heurísticas al momento de tomar una decisión.